¿Por qué no me alcanza el dinero?

Por Abner Huertas



Hace algunos meses, escribí un artículo llamado: «¿Cómo llego a fin de mes?»; en el cual discutíamos sobre algunas estrategias para lograr que nos alcance el dinero. En este artículo, ahondaré un poco más en otras estrategias que podemos emplear para que el dinero no se nos «escape» de las manos.

Lo primero, recordemos que no tiene más dinero el que más gana, sino aquel que sabe controlar mejor sus gastos, aunque se oiga irónico o paradójico. Una persona puede ganar el doble o triple que tú, pero al no saber controlar sus gastos, puede estar mucho más endeudada y con problemas que tú.

Yo siempre he sido de la idea que una persona debería vivir con un 80% de lo que gana, es decir, tu presupuesto de gastos tiene que estar en función entre un 70% a un 80% de lo que ganas. Si tú ganaras, por ejemplo, mil dólares, significa que tu presupuesto podrías hacerlo en función de ochocientos dólares. El 20% restante lo puedes ahorrar y después tenerlo para inversión.

Partamos de ese 80%. Robert Kiyosaki tiene un concepto en su libro «Padre Rico, Padre Pobre» que me gusta, y quiero aplicarlo a lo que voy a compartir contigo. Cuando tú vas a hacer un desembolso de dinero, este podrá ser para adquirir un activo o un pasivo. 

Los desembolsos en bienes o servicios activos se pueden ver más como una inversión. Todo desembolso que te produzca un ingreso posterior, es un activo. Cuando tú pagas tu universidad, estás invirtiendo en un activo, porque tarde o temprano te generará ingresos. Hay inversiones que no te generarán un ingreso de dinero, pero sí te dan satisfacción, como cuando ayudas a otras personas, esa satisfacción es duradera por eso es un activo.

Los desembolsos en bienes o servicios pasivos son un gasto. Los bienes pasivos te representan una salida constante de dinero. Algunos piensan que un carro es una inversión —a menos que te dediques al transporte—, pero en realidad es un pasivo, porque siempre te representará salidas de dinero en seguros, gasolina, reparaciones, entre otros; digamos que es un pasivo necesario, sin embargo, muchos piden prestamos para andar en un carro que no pueden mantener, es decir, si necesitas un carro compra uno que sí puedas mantener.

Por lo regular, nuestros presupuestos personales están llenos de pasivos: salidas a comer a lugares caros, ropa,  artículos de lujo, teléfonos, etc; bueno, con esto no digo que sea malo tener algo bonito o darnos nuestros lujos —de vez en cuando—, pero no siempre son necesarios, esto me lleva a otro punto: identificar qué tipo de pasivo es el que voy a adquirir.

Los gastos se pueden dividir en: necesarios, deseos, caprichos, moda, entre otros. Muchas personas que se quejan que el dinero no les alcanza, es porque se centran en caprichos, deseos y moda. 

¿Alguna vez te has encaprichado en comprar algo? ¿Alguna vez has comprado algo solo por estar a la moda? ¿O te has comprado algo solo porque lo has deseado? Te aseguro que la respuesta a estas preguntas es sí, al menos en algunas ocasiones.

Para hacer más eficiente el manejo de tu dinero, primero tenemos que apartar el dinero que será para los necesarios de tus activos y de tus pasivos. Luego hay que identificar aquellos desembolsos, que también son necesarios, pero que no son mensuales, sino por períodos, por ejemplo la inscripción de la universidad, y hacer una provisión para estos. No está demás decir que siempre es bueno tener un porcentaje para contingencias.

Déjame hablarte un poco más sobre las provisiones. Supongamos que el siguiente cuadro muestra lo que tienes que pagar de universidad:



Monto US$
Monto US$ Semestre
Inscripción semestral
300.00
300.00
Cuota Mensual
200.00
1,200.00
Parqueo
25.00
150.00
Comidas
50.00
300.00
Libros
200.00
200.00
Total pagos Semestre

2,150.00
Presupuesto mensual
358.33

Pago Mensual
275.00

Monto de provisión
83.33


La inscripción y la compra de libros es semestral, pero tienes cuotas mensuales como la colegiatura y el parqueo. Lo que hacemos es provisionar en un semestre el dinero para pagar la inscripción y libros del siguiente semestre.

En la tabla puedes ver que en la columna «Monto semestre» se calcula cuánto hay que pagar al semestre; esto lo dividimos dentro de los seis meses que lo comprenden, eso te da 358.33, de los cuales sabes que efectivo tienes que pagar 275.00, los 83.33 restantes los guardas, así al terminar el semestre tienes el dinero para pagar la inscripción y te evitarás estrés o penas en conseguir el dinero adicional. Es mejor guardar un poco al mes, que hacer un desembolso grande al semestre. Los 83.33 es lo que llamamos una provisión.

Las provisiones funcionan para muchos temas, por ejemplo, en lo personal me gusta tener una pequeña provisión para reparaciones de carro. He tenido ocasiones en las que un problema resulta en una factura que de no tener una pequeña provisión, me vería en problemas. 

En la siguiente parte de este tema, te platicaré de cómo podemos guardar una bitácora de nuestros gastos para identificar cuáles son las salidas «invisibles» de nuestro dinero. Por el momento recuerda, tus necesidades tienen prioridad, haz una provisión para aquellos gastos que sabes no son mensuales y mantén siempre un porcentaje para contingencias.

iDeo®
2015
Imagen cortesía de FreeDigitalPhotos.net y phanlop88


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