Psicópatas Corporativos: los destructores de empresas

 



La dirección y gestión de una corporación requiere de la participación de directores, gerentes, jefaturas y puestos senior que tengan la habilidad de tomar las decisiones correctas —y muchas veces difíciles— para fortalecer al negocio y lograr que se alcancen los objetivos organizacionales. No hay lugar para empresas que producen pérdidas.

 La elección de personas para estos puestos se basa en diferentes factores que van desde su experiencia, hasta sus rasgos de personalidad, pero en especial, por su capacidad de hacer que las cosas sucedan.

 La persona correcta en un puesto de dirección logrará los objetivos organizacionales, pero también una falla en la selección provocará que esta persona destruya a la organización desde adentro, a pesar de que todas sus características sean las requeridas para ese puesto.

 Estos directivos que de forma sutil pueden destruir a la organización, a simple vista, tienen todas las habilidades necesarias para llevarla al éxito. Lo que no se ve es que dentro de su carisma y capacidad yace oculto un psicópata.

Cuando mencionamos la palabra psicópata a nuestra mente aparece la imagen de un criminal que mata sin remordimiento, no obstante,  hay psicópatas que no son asesinos y que tienen vidas en las que pasan desapercibidos. El problema es que cuando muchos de ellos llegan a las posiciones de dirección, pueden causar mucho daño.

Estas personas llegan a ser «atractivas» para los reclutadores debido a que muestran rasgos de personalidad que se adaptan a las necesidades de estos puestos, por ejemplo la capacidad de tomar decisiones, su capacidad de convencimiento y de lograr  lo que se proponen.


¿Por qué causan daño a la organización? Esto se debe a los rasgos propios de la personalidad de este tipo de personas. Un psicópata corporativo interpreta las emociones de forma diferente a las de un director «normal». Los psicópatas corporativos  no experimentan ansiedad, carecen de empatía, no experimentan remordimiento,  son  fríos, calculadores, crueles y no toman responsabilidad por sus actos.


Es así que un psicópata corporativo tomará decisiones razonadas, pero sin experimentar emoción ni remordimiento por los resultados. Con facilidad puede lograr que despidan a alguien y no sentir culpa.


En un estudio realizado por Clive R. Body arrojó que aquellas empresas que han sido dirigidas por un psicópata corporativo tuvo alguno de los siguientes problemas:

  1. Incremento en el acoso laboral: las empresas reflejaron un incremento en el acoso laboral, en especial, el psicológico. 
  2. Ambiente desagradable de trabajo: los psicópatas corporativos tuvieron las notas más bajas en la calificación de un ambiente agradable para trabajar. De igual forma fue la calificación de lo amigable que resulta ser el lugar de trabajo. 
  3. Compromiso pobre de los colaboradores: de la misma forma como el ambiente de trabajo se vuelve desagradable, el compromiso por parte de los trabajadores se ve disminuido ante la presencia de este tipo de dirección. La falta de compromiso se verá reflejada en los resultados de la empresa.
  4. Aumento en la carga laboral: ante la presencia de este tipo de dirección el estudio encontró una correlación con la carga laboral. Lo cual va de la mano con el poco compromiso por parte de los colaboradores.

Un psicópata corporativo sabe que estas actitudes son incorrectas, pero al no experimentar remordimiento ni tener empatía, las ejecutará sin problema.


 Dado su carisma  podrá convencer a las personas que más le convenga, aprovecharse de otras y cuando ya no los necesita sencillamente hacerlas a un lado. Todo esto de una forma natural para ellos.


Dado que este tipo de personas buscan notoriedad, sin ser narcisistas— se encontrarán con mayor frecuencia en puestos de jefaturas, mandos medios, pero con mayor frecuencia en puestos de dirección. Otro aspecto interesante es que un psicópata corporativo tiene poca preferencia por empresas relacionadas a la ayuda social.


En conclusión los psicópatas corporativos son personas con carisma, tienen poder de convencimiento, logran subir la escalera organizacional con cierta facilidad, pero también son personas con falta de empatía, remordimiento, crueles y buscan únicamente lo que les favorece, por lo que no se puede esperar que sean personas fieles a la empresa ni mucho menos a sus compañeros de trabajo. Tan solo le causarán daño a la organización.


¿Has conocido a un psicópata corporativo?


Por Abner Huertas

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